lunes, octubre 24, 2005

Se durmió en el sillón, nada pudo hacer por evitarlo, no es que fuera cómodo, que dijéramos, pero después de pasar 17 horas detrás de aquella barra de bar, podía decirse que era el más cómodo del mundo. Sólo con poder desplazar un par de minutos los pies del suelo, uff aquello era el cielo.

Tras un plácido sueño, en el que él era dueño de su tiempo, en el que no tenía que apagar aquel tedioso despertador, que un par de años atrás en uno de sus ataques de ira decidió tirar por la ventana. Despertó estando en su propio sueño, miró a su alrededor para ver que hora era pero no encontró ningún reloj por ninguna parte, empezó a desesperarse, de aquí hacia allá, tenía que averiguarlo, a las 7 tenía que abrir de nuevo el bar, de pronto, desesperado despertó, abrazado a las noticias del día anterior. Por suerte todo había sido una pesadilla, miró su reloj, aun eran las 2.

Intentó conciliar el sueño de nuevo, pero de repente se encontró extraño en su propia casa, no oía ningún ruido, el silencio le parecía extraño, las gotas de agua que durante todo este tiempo le habían acompañado, habían cesado, fué a trompicones, hacia el fregadero, tropezó con una caja, que tenía en el suelo, abrió el grifo, y tan sólo salió aire, le habían cortado el agua...

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola wawi nanitas

ja m'he posat al dia del teu blog, però ara no me done temps per a esplaiar-me. Només te felicito per seguint escrivint. Algunes frases m'han agradat molt,molt. Besitos nanititis