Un café con hielo por favor? el camarero aquel día parecía aturdido, la cafetera no paraba, era un ir y venir, el estrés se veía reflejado en su cara, sus ojeras marcadas, su fisonomía ajada, ese pelo descuidado que se le caía un poco en la cara, resopaba su flequillo, esperando que pasaran las horas, que se hiciera de noche, y se hiciera la hora de volver la casa, aunque sólo fuera, para pasar un instante sentado en su sillón, mientras ojeaba algún viejo periódico, que había conseguido rescatar de la basura, no entendía porqué querían deshacerse tan pronto de las noticias?

Algunas de ellas, eran malas, otras, con un poco de esperanza, por lo menos así tenía constancia de lo que pasaba fuera de las paredes grasientas del bar, que por mucho que lo intentara, y por mucho que se esmerara cada noche, no había manera de que, aquella mierda desapareciera.

Encendía uno de sus cigarros, aliñados, con el fin de poder dejar de lado todo lo que le preocupaba aunque no tenía tiempo de preocuparse, su nevera llevaba vacía un par de semanas, aún no había tenido tiempo de pasar por el super durante todo aquel tiempo, tampoco le hacía falta. El grifo de la cocina goteaba, cloc, cloc, aquel ruido era odioso, pero después de tantos días oyendolo era su única compañía.